La oración es antigua, surgió con las civilizaciones, estas fueron utilizadas para contactarse con la divinidad. El hombre buscó a través de ella ser escuchado y atendido en sus necesidades y conflictos. Se dice que produce milagros, genera cambios y es transformadora, existen innumerables estudios respecto al poder de la oración, realizada por científicos, parasicólogos, psicólogos. Entre ellos tenemos a Margaret Med que dice “La oración no con sume combustible fósil, no contamina”. También esta Donald Evans. Y su libro “Spirituality and Human Nature”, Eisten, Larry Dossey. Muchos de ellos hablan de la intencionalidad distante, visualizaciones. Estos son términos que los investigadores usan cuando se refieren a ponerse en contacto con la conciencia.
Hoy en día se habla mucho de la metafísica y de las herramientas básicas (decreto, oración y tratamientos espirituales), ¿qué diferencia existe entre esto y una oración? A mi criterio, la única diferencia radica en el énfasis que pone la oración en algo que se cree que no existe o no tenemos, a diferencia de las afirmaciones o decretos Metafísicos, que si enfocan su atención en lo que uno desea y se da por obtenido. Esta forma de orar lo practicaban los esenios, una cultura antigua que curaba y estudiaba a otras religiones. Al igual que los filósofos antiguos, los esenios nos recuerdan que la oración ya fue escuchada, nos muestran que lo externo es un reflejo de nuestro estado interno.
La oración había sido abordada en un ámbito religioso. Y debido a ello nos ínsito a vivir en un mundo de opuestos. Nos enseñaron a elegir un solo estilo de vida, es decir puedes elegir entre ser intelectual, racional, analítico, lógico y científico o escoger lo opuesto espiritual y religioso.
¿Qué idea tenemos del significado de orar? Algunos religiosos cristianos, católicos, dirán que orar es hablar ya sea en voz alta o en silenció a un hombre blanco paternal. Esto para muchos es la forma de percibir la oración, pero también están los que opinan como los budistas que orar es entregar sus oraciones al universo más no a un Dios personal.
Hoy en día se está difundiendo la importancia de la oración y su poder. Mientras más información se difunde en nuestros días la oración está volviendo a la medicina después de haber permanecido al margen durante la mayor parte del siglo XX. Como es de esperar este fenómeno produjo gran variedad de reacciones que van desde la euforia hasta la confusión y el horror. Pero en realidad la oración siempre estuvo presente en nuestras vidas, desde que aprendimos a comunicarnos y a estructurar palabras formo parte nuestra, no solo como parte de un lenguaje, sino también como aquella herramienta para contactarnos con nuestro ser interno o Dios.
La biblia habla del poder del verbo. La oración, es realizada por medio de la palabra es fuerte y poderosa cuando lo decimos con intencionalidad (dirección y voluntad). La oración no es nada ajeno a la ciencia, si bien nosotros sabemos que todo lo que existe en el universo está formado por átomos, Quarks, electrones protones etc., por ende nos hace seres energéticos. Nosotros al exhalar e inhalar estamos participando del intercambio de partículas atómicas con nuestro ambiente, al expresarnos oralmente estamos exhalando e inhalando esas partículas, por lo tanto la expresión verbal tiene ese poder y energía; si le otorgamos un nivel mayor de voluntad o fe obtendremos lo que pedimos (por que ya fue creado en nuestro mundo interno). La oración verbal es la segunda etapa, la primera se da en nuestra mente, es allí donde uno plantea o formula lo que desea o lo que agradece para luego expresarlo, por lo tanto la intencionalidad se da en nuestra mente y toma fuerza al ser expresado verbalmente.
Es por eso que la oración tuvo y tiene poder. Y tendrá más poder de acuerdo al grado de compenetración del orador con aquello que expresa, es decir cuanto mayor es su deseo y voluntad mayor será el resultado.
AUTOR: LIC THAMARA MARTEL MIRAVAL